jueves, 25 de abril de 2013

El Gato De Cheshire









"Mientras hacía estas consideraciones, miró hacia arriba, y ¡hete aquí al Gato nuevamente, recostado sobre la rama de un árbol!
— ¿Dijiste "lechón" o "pichón"?, le preguntó el Gato.
— Dije "lechón", aclaró Alicia. ¡Y a ver si dejas de estar apareciendo y desapareciendo tan de golpe, que mareas a cualquiera!
— ¡Vale!, dijo el Gato, y esta vez se desvaneció muy paulatinamente, empezando por la punta de la cola y terminando por la sonrisa, que permaneció flotando en el aire un rato después de haber desaparecido todo el resto.
"¡Bueno! Muchas veces he visto a un gato sin sonrisa", pensó Alicia, "pero ¡una sonrisa sin gato…! ¡Esto es lo más raro que he visto en toda mi vida!"



La conversación que antecede se encuentra en Alicia en el país de las maravillas (1865), de Lewis Carroll y es uno de los diversos fragmentos donde aparece el denominado Gato de Cheshire.



La extrañeza de Alicia ante este Gato que no deja de aparecer y desaparecer sonriendo con una mueca es total, ya que ella «no sabía siquiera que los gatos pudieran sonreír». Sucede incluso que en algún momento el Gato «sonrió más y más». Cuando Alicia pregunta a la Duquesa: «¿Por qué sonríe su gato de esa manera?», la única aclaración que la Duquesa le ofrece es que «es un Gato de Cheshire» y «por eso sonríe». Al comentario de Alicia de que «no sabía que los gatos de Cheshire estuvieran siempre sonriendo», la Duquesa le hace notar que «todos pueden hacerlo y casi todos lo hacen».


Un gato que se atreve a decir lo que piensa, con una inteligencia mayor a la normal. Un gato que sonríe y desaparece, que da cátedras filosóficas, llega de pronto y desaparece a la nada, dejando un extraño recuerdo ante su paso.

No estamos hablando de un gato cualquiera, aunque bien podría serlo, sino del gato de Cheshire, el gato simbólico de “Alicia en el País de las maravillas“, libro creado por Lewis Carroll en 1862 y que vio la luz en 1863, el libro originalmente tenía el nombre de “Las aventuras subterráneas de Alicia”, pero fue cambiado por parecer demasiado escolar o un dar la impresión de ser un libro sobre minerales. En el texto de Carroll hay un gato que todos reconocemos, un gato que no sólo habla, sino que deja pistas, salva y tiene conversaciones profundas, como cuando genera una discusión entre el Rey, la Reina y el verdugo acerca de si se puede decapitar a una criatura que no tiene, de hecho, cuerpo.

La característica del gato de Cheshire es la capacidad para desaparecer gradualmente dejando al final la visión de una gran sonrisa; ese gato, es un gato especial.

Mucha gente cree erróneamente que el Gato de Cheshire fue una invención literaria de Lewis Carroll, pero hacía unos cuantos siglos que existía cuando él lo hizo famoso. ¿Cuáles fueron los orígenes de este Gato y su siniestra mueca?


Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, tendrá encuentros con criaturas que le plantearan problemas de lógica y filosofía, uno de los más sorprendentes es el Gato de Cheshire, cuya singular característica es que puede aparecer y desaparecer, además de su gran sonrisa con filosos dientes. Aunque en la obra jamas se menciona el color del gato, este ha pasado a la iconografía moderna por su color púrpura y fucsia puesto de moda en la película de igual nombre de Disney.


Dado que nunca existió una raza específica de gatos de Cheshire, se ha investigado mucho para determinar su posible identidad y entre las explicaciones que se han ofrecido unas son más satisfactorias que otras.

Una de las avanzadas hace referencia a la pésima calidad de las imágenes de leones sonrientes pintadas en los letreros de pubs y posadas de Cheshire —condado donde nació Carroll— que hacían pensar más en gatos que en auténticos leones. Asimismo, en su obra A Brief History of the Smile, Angus Trumble propone que podría tratarse de un vestigio de la cabeza de un lobo en el blasón de Hugo Lupus, el primer conde de Chester, o acaso una corrupción del antiguo emblema de otra influyente familia de Cheshire que tenía un hombre montado a horcajadas sobre un león pero, al igual que con los citados letreros, la escasa habilidad de los pintores locales hacía que el león se confundiera con las formas de un gato rechoncho.

Por su parte, los historiadores del condado han apuntado que el verdadero origen se encuentra en los quesos de Cheshire moldeados en la forma de un gato, a veces con bigotes y otros motivos felinos incorporados con fines efectistas. El resto del gato se omitía en el queso y daba la impresión de que todo el gato excepto su sonrisa había desaparecido.

Lewis Carroll no aportó ningún dato sobre el origen del gato ni su sonrisa burlona —uno de sus símbolos más memorables, tal como apunta Alicia— pero la frase inglesa «sonreír como un gato de Cheshire» (así como las variantes locales «sonreír como un hurón» y «sonreír como un gato de Cheshire comiendo gravilla») probablemente tuvo mucho que ver en la creación de su personaje.

Al parecer, se trataba de una expresión muy corriente en el periodo victoriano y durante la regencia del príncipe de Gales en Gran Bretaña (1811-1820) o del duque de Orleáns en Francia (1715-1723). La frase se había abreviado a partir de una más larga que decía «sonreír como un Caterling de Cheshire». Pues bien, este «Caterling» era un belicoso espadachín en tiempos de Ricardo III, protector de los Bosques Reales que alcanzó gran fama por la malvada y sardónica sonrisa que esgrimía cuando liquidaba a algún cazador furtivo con su espada justiciera. Su apellido Caterling pronto empezó a ser recortado y dejado en «Cat» (recuérdese que «cat» en inglés significa «gato») y a todo aquel que adoptaba una sonrisa maligna se le decía que sonreía como un «Gato de Cheshire».


Cabezas de gato



Además de las anteriores explicaciones sobre la fuente de inspiración utilizada por Lewis Carroll para su famoso gato, se han sugerido otras igualmente plausibles. El origen podría encontrarse en las llamadas «cabezas de gato» utilizadas como elemento decorativo en los arcos o tímpanos de las iglesias normandas y románicas. Aunque algunas de estas representaciones se parecen muy poco a la cabeza de un gato excepto en las orejas, se cree que las más primitivas se reprodujeron probablemente con la intención de representar verdaderos gatos.

Se ha citado como ejemplo de lo anterior las tallas con cabezas que supuestamente representan gatos en diversas parroquias desde la de Croft-on-Tess, en el noreste de Inglaterra donde el padre de Carroll había sido rector, hasta las cabezas de las arroquias de Cranleigh y Pot Shrigley (Surrey) donde Carroll viajaba frecuentemente cuando vivía en Guildford. También hay otra imagen —más alargada y completa— en el lado oeste de la torre de la iglesia de Grappenhall (Warrington), pero algunos expertos arguyen que se trata solamente de los rostros de demonios burlones, similares a otros muchos encontrados en iglesias medievales tardías. Las cabezas de la puerta sur de la iglesia de Iffley, cercana a Oxford, tienen un aire especialmente felino, pero también hay gárgolas leoninas esgrimiendo grotescas muecas en el lado norte de la iglesia de Daresbury, pueblo donde Lewis Carroll vivió de muchacho.

Fred Gettings ha sugerido que a un muchacho sensible como Carroll estas gárgolas leoninas podían haberle sugerido la idea de un gato que sonreía burlonamente. En la actualidad, hay una gran vidriera conmemorativa de Carroll en el extremo este de la parroquia de Daresbury que representa a los principales personajes del País de las Maravillas, donde el Gato de Cheshire ocupa un puesto destacado. No obstante, no acaban aquí las posibles fuentes de inspiración para tal personaje. 

El Gato De Cheshire Simboliza:


“Cuando Alicia se encuentra al gato de Cheshire, mantiene una conversación un tanto curiosa:

-¿Me podrías indicar hacia donde tengo que ir desde aquí?- pregunta Alicia.
-Eso depende de a dónde quieras llegar-  responde el gato.
-A mi no me importa demasiado a donde.
-En ese caso, da igual hacia donde vayas.
-“Siempre que llegue a alguna parte”
-¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo bastante.

A Alicia le pareció que esto era innegable y es cierto, parece una conversación algo absurda. El gato es una especia de Dios, aparece y desaparece cuando quiere, sin darnos cuenta puede estar presente a nuestras espaldas. En el capítulo del juego de croquet, vemos que el gato está también por sobre los reyes, y que se niega a hacerles reverencia. Ellos deberían reverenciar al gato, y no Dios a ellos. Incluso tienen el atrevimiento de querer cortarle la cabeza, como muchas veces queremos matar a Dios y sacarlo del mapa.

Tengo la impresión que el gato aparece en nuestras vidas justo en el momento en que más nos cuestionamos. Cosas como, ¿que sentido tiene la vida? Muchas veces son preguntas que nos hacemos y el gato nos diría, la vida tiene un solo sentido: hacia delante. Esto es lo que representa el gato: un cable a tierra, lo que reafirma la idea del gato Dios. A veces nos apoyamos mucho en nuestras ideas y creemos saberlo todo, pero es obvio que si caminamos, paso a paso, llegaremos a algún lugar.

O como dijo Salomón: "no hay nada nuevo bajo el sol". La quinta pata del gato simplemente no existe, y eso es lógico, la vida no es tan complicada, todos estamos locos.”


Como Lewis Carroll tenía gran interés en el simbolismo, las matemáticas y los juegos de palabras, algunos investigadores han buscado posibles pistas aclaratorias sobre el gato y su siniestra mueca en las referencias esotéricas y jeroglíficos dentro del texto. No es fácil descubrirlas porque algunas de las numerosas referencias arcanas del texto y de las ilustraciones (dibujadas por John Tenniel para las planchas de madera según instrucciones muy precisas del propio Carroll) son muy sutiles, pero así y todo es posible descifrar en ocasiones un simbolismo oculto.

Lewis Carroll vivió sus primeros años en Cheshire, en ese periodo era un Condado Palatino dominado por un conde con privilegios reales. Ebenezer Brewer ha registrado una tradición según la cual los gatos de Cheshire se ríen continuamente porque la idea de un Condado Palatino es absurda. Duquesa es la esposa o viuda de un duque y, de este modo la Duquesa que Alicia encuentra, poseía un rango superior al de un conde palatino lo que justifica su desprecio del gato cuando Alicia pregunta sobre él. Recuérde, además, que es la propia Duquesa quien informa a Alicia de que se trata de un «Gato de Cheshire».

En el análisis psicológico que Phyllis Greenacre ha hecho de Carroll señalaba que el tema del queso y el gato era de especial agrado para el escritor, «ya que provoca la fantasía de que el gato del queso podría comerse a la rata que se comiera el queso».

No aparece ninguna rata en el País de las Maravillas pero, en cambio, en el Gato de Cheshire podría verse con más claridad la gracia de tratarse de un símbolo lunar derivado de la mitología de la diosa Bastet con un rostro lunar que ríe en el creciente.

No es posible rebatir esta idea de que un gato que desaparece poco a poco recupera o muestra la antigua conexión entre el gato y la luna. El Gato de Cheshire aparece subido en la rama de un árbol contra el cielo, crece y mengua, aparece y desaparece dejando tras de sí un «creciente» de dientes evocador del creciente lunar. Tal interpretación permite explicar también por qué la Duquesa y Alicia discuten si será o no ventajoso acelerar el tiempo.

Para terminar, revisaremos el capítulo ocho donde reaparece la cabeza de nuestro Gato como si fuera una luna llena cerniéndose sobre el ilusorio mundo de naipes que tiene debajo de él mientras la Reina ordena «¡que le corten la cabeza!».

Cuando el verdugo que ha recibido tal orden argumenta con buena lógica que tan imposible era cortar una cabeza sin cuerpo como decapitar a un cuerpo sin cabeza, el Rey replica a su vez que todo aquello que tuviera cabeza podía ser decapitado y que se dejaran de decir tonterías. Alicia interviene diciendo:

«Es el Gato de la Duquesa, de forma que mejor será preguntárselo a ella». Mientras el verdugo va a buscarla, la cabeza del Gato empieza de nuevo a desvanecerse y ya había desaparecido del todo cuando éste se personó con la Duquesa: «El Rey y el verdugo se pusieron a corretear por todas partes, buscándolo en vano, mientras el resto de la comitiva volvía a reanudar la partida».

El Gato de Cheshire no vuelve a reaparecer en la historia de Alicia, pero en la actualidad lo encontramos reproducido en numerosos lugares, ya que es uno de los personajes más inolvidables del País de las Maravillas.



Esculturas


Algunos estudiosos defienden que Carroll se inspiró para crear al Gato de Cheshire en una escultura situada en la iglesia de Croft-on-Tees, pequeña localidad situada al noreste de Inglaterra, donde su padre era rector. Para otros el gato está basado en una gárgola esculpida en un pilar de St Nicolas Church Cranleigh, lugar al que Carroll solía viajar cuando vivía en Guildford. Finalmente, otros lo atribuyen a una escultura en la cara oeste de la torre de St Wilfrid's Church, Grappenhall, Warrington, en el condado de Cheshire, de donde toma el nombre.

El Brewer's Dictionary of Phrase and Fable afirma que sonreír como el Gato de Cheshire es "una vieja sonrisa popularizada por Lewis Carroll" y añade que en Cheshire se vendía queso con forma de gato sonriente.

Otro posible origen, más probable, es que Carroll se inspirase en los gatos que vivían en el puerto de Chester. De hecho, hasta 1979 se erigía un monumento al Gato de Cheshire en la orilla del río Dee, donde previamente se encontraba un almacén de quesos. Se decía que los gatos sentados en el muelle eran los más felices del Reino, puesto que se alimentaban de los ratones que llegaban en los barcos que distribuían el queso, de ahí la gran sonrisa. El monumento fue destruido cuando se demolió la casa Copfield, situada al lado del antiguo almacén, en 1979.


Influencias en la cultura popular


Películas

  •  En la versión cinematográfica de Disney, el Gato de Cheshire es un gran gato con franjas de color rosa y morado que canta Jabberwocky con la voz de Sterling Holloway. En la versión DVD, es el lector de los menús y canta la canción originalmente suprimida, I'm Odd en la voz de Jim Cummings.
  • En el videojuego de terror "American McGee's Alice" a pesar de su demacrada y esquelética apariencia, Cheshire continua siendo un fiel amigo de Alicia, que la aconseja con frase sarcásticas.
  • En The Muppet Movie, la canción "Can You Picture That?", de The Electric Mayhem incluye la letra "Grinning as a Cheshire Cat" (sonriendo como un Gato de Chesire).
  • En Just Friends, la canción "forgiveness", cantada por Samantha James, el personaje interpretado por la actriz Anna Faris, incluye la línea "Al igual que el gato de Cheshire, que dice "Miau, la que se presenta fuera de plazo, el tiempo, tiempo, tiempo, tiempo, tiempo, miau! " 
  • En la versión cinematográfica de Tim Burton se le representa como un rollizo gato de color gris con franjas azules en el pelaje. Sus desapariciones y apariciones se producen dejando una pequeña estela de humo azul. Stephen Fry es quien le presta voz en esta versión.
  • En la version cinematografica de Robert Halmi De 1999, la cara del gato de Cheshire esta basada en el rostro de la actriz Whoopi Goldberg quien destaca muy bien la gran sonrisa de este personaje.
  •  En la película animada japonesa Mi vecino Totoro 1988 como Gatobús (猫バス Nekobasu) como su nombre indica, se trata de un espíritu-gato (Bakeneko) que ha asumido la forma de autobús. Acude a la llamada de Oo-Totoro que lo utiliza como medio de transporte. Entre otras peculiaridades posee seis pares de patas y poderes que le permiten desplazarse a velocidades increíbles sin ser visto.

Televisión

  • En el episodio 22 ª de la segunda temporada de Prison Break, Theodore "T-Bag" Bagwell describe su sonrisa como la del gato de Cheshire cuando se reúne con Brad Bellick en una celda de la cárcel en Panamá.
  • En el episodio 6º de la serie de anime "Serial Experiments Lain", la protagonista mantiene una conversación con una boca sonriente, perteneciente a un "seguidor" que debido a sus permisos de usuario no solo puede observar sino también comunicarse con ella.
  • En un episodio de la serie de anime "Cardcaptor Sakura", la protagonista, Sakura Kinomoto queda atrapada por medio de magia dentro de una copia del libro "Alicia en el país de las maravillas" donde se encuentra con varios de sus amigos y familia haciendo el papel de los personajes de la historia, incluyendo al Gato de Cheshire, este interpretado por su amigo Eriol Hiragisawa, que también usaba las mismas técnicas de desaparición del gato del cuento original.
  • En la serie anime y manga "Pandora Hearts" los protagonistas de dicha serie van a buscar al personaje princial femenino, Alice, que ha sido atrapada por el gato de Cheshire; esta vez con cuerpo medio humano, medio gato. En esta ocasión, Cheshire es una "Cadena" (Chain), creada a partir del recuerdo de Alice de su antiguo y fiel amigo Cheshire, su gato, que fue asesinado al igual que ella cuando era humana. Aun que en esta ocasión Chesire puede desaparecer y aparecer a su antojo, nunca sonríe y desaparece de repente.
  • En el episodio 13 de la serie Ouran Host Club en el que la protagonista, Haruhi, cae en el país de las maravillas, esta vez, el papel del Gato de Cheshire lo hacen los gemelos Hitachiin.
  • Existe una serie de manga llamada Alice in sexland publicada también bajo el nombre de Alice in sexland extreme, donde la trama es totalmente centrada en los episodios sexuales de los protagonistas inspirados en la obra. También existe otra serie de manga llama Heart no kuni no Alice, en el cual la protagonista termina en un mundo como el mundo de las Maravillas gracias a que el Conejo Blanco, llamado en el manga Peter White, se enamora de ella y la lleva allí por la fuerza. Este manga conserva a muchos personajes del libro de Alicia, entre ellos a Cheshire por supuesto, así como otros personajes nuevos, y de hecho, este manga deriva de un juego con la misma historia.
  • En el anime Saint Seiya: The Lost Canvas - Hades Mythology existe un espectro de Hades llamado Cheshire de Cait Sith.
  • En el primer ova del animé Kuroshitsuji II, titulado "Ciel in Wonderland", los personajes de la serie reinterpretan a los personajes de Alicia, es Grell Sutcliff quien hace del gato de Chesire; compartiendo ambos la característica sonrisa. El cuarto ova titulado "Ciel in wonderland - part 2" continúa esta historia.
  • En Los ovas del anime Hellsing, El personaje schrodinger es, según el mayor el gato de cheshire, pues aparece y desaparece, siempre con una sonrisa.
  • En el episodio uno de la quinta temporada de Gossip Girl, Yes then Zero, el personaje de Serena (Blake Lively) hace alusión a este gato diciéndole a Chuck Bass (Ed Westwick) que sonriendo así se parece al espeluznante gato Cheshire.
  • En Justicia Joven la hermana de Artemisa, Jade se llama Cheshire y usa la mascara de un gato sonriendo y en el capitulo Frente Domestico de la misma serie se sabe que el nombre es por el gato de Alicia en el país de las maravillas

Libros



  • El gato de Cheshire es el protagonista del relato corto La tarde dorada (Zlote Popoludnie, 1997), de Andrzej Sapkowski, donde es el rey de los gatos y relee la historia de Alicia desde su punto de vista, hasta convertirse en la verdadera inspiración de Lewis Carroll.
  • En la novela "La chica mecánica", de Paolo Bacigalupi, aparecen numerosas veces mencionados los cheshires, como pequeños seres que aparecen de las sombras y desaparecen de inmediato al paso de las personas.
  • En el Manga de Are You Alice? Chesire es un hombre-gato a cargo siempre de quien se nombra "Duquesa" y no tiene un hogar fijo, cuando conoce a Alice (en esta version es un hombre), le llena de dudas y lo ayuda de vez en cuando, pero nunca dice todo lo que sabe.
  • En el libro La larga marcha de Stephen King, aparece en el sueño de Garraty en el capítulo 16.


Música

  • "Cheshire Cat Smile" fue el primer sencillo de la banda de indie rock Milburn.
  • "El gato de Cheshire" (EGDC), es un grupo pop rock español que nace en Aranjuez en Enero de 2011.
  • «El gato de Cheshire» es el título de una canción del grupo de pop español Pauline en la playa, perteneciente a su álbum "Tormenta de ranas" (2001).
  • "Cheshire Cat" es el nombre del primer álbum de estudio de la banda de pop punk blink -182.
  • Radiohead en su canción "Jigsaw falling into place" hace una referencia a la sonrisa del gato.
  • En la canción "Alicia Maravilla" del músico uruguayo Eduardo Darnauchans se lo menciona.

Ciencias

  • En arqueología, se introdujo el nombre del gato de Cheshire por Paul Jacobsthal en la primera fase de los estilos de Arte celta (1944). Allí se encontraron en joyas etc. con motivos que parecen rostros "en un segundo vistazo". Jacobsthal comparó este efecto con el gato sonriente.
  • La sonrisa del gato esta en una ilustración de un planeta con gravedad variable en el libro de "Cosmos" de Carl Sagan. La sonrisa es aún visible en las fuerzas g de un agujero negro.
  • Principio del gato de Cheshire: En el modelo de bolsa quiral de Holger Bech Nielsen se proporciona un mejor ajuste a las propiedades cuanticas de un nucleón de baja energía en la bolsa (quarks y gluones), dentro de un 5 - 10 %, siendo casi completamente independiente del radio quiral. Esta independencia del radio de la bolsa se debe a los fermiones que aparecen y desaparecen como el gato de Cheshire.
  • En La celda como un hábitat de M. H. Richmond y D. C. Smith se utiliza al gato de Cheshire como métafora para comprender la naturaleza de las mitocondrias.

Otras apariciones

  • «El gato de Cheshire» aparece en los videojuegos Kingdom Hearts, Kingdom Hearts: Chain of Memories y Kingdom Hearts: 358/2 Days.
  • En el videojuego American McGee's Alice aparece una versión más oscura de este gato.
  • En el videojuego Bayonetta la protagonista nombra Cheshire a Luka en varias ocasiones y Cereza le da el nombre de Cheshire a su gato de peluche.
  • En el videojuego Silent Hill, aparece este y algunos personajes más en forma de placa en uno de los puzzles de la parte oscura del hospital.
  • En el videojuego Alice: Madness Returns, que es la continuación de American McGee's Alice aparece nuevamente para ayudar a Alice.
  • En el manga y el anime llamado Pandora Hearts aparece siendo uno de los enemigos de Oz Vessalius y su grupo.
  • En el videojuego Jazz Jack Rabbit 2, en un nivel adaptado a Alicia en el pais de las maravillas el gato aparece en el entorno.

Los gatos más felices del reino


Hay una teoría sobre el origen del Gato de Cheshire que algunos investigadores defienden como la más probable de todas las avanzadas. Se refiere a los gatos que vivían en el puerto de Chester, en el condado de Cheshire, famoso por sus productos lácteos y, en especial, por sus quesos.

Hasta finales de los años setenta hubo allí un monumento dedicado al Gato de Cheshire junto al río Dee donde mucho tiempo atrás había existido un almacén de quesos. Se decía que los gatos sentados en la dársena esperaban a que las ratas y ratones abandonaran los barcos que transportaban los quesos de Cheshire camino de Londres eran los más felices del reino y por eso sonreían.

Abrió la puerta y entró en la casa. La puerta daba directamente a una gran cocina, que estaba completamente llena de humo. En el centro estaba la Duquesa, sentada sobre un taburete de tres patas con un bebé en los brazos. La cocinera se inclinaba sobre el fogón y revolvía el interior de un enorme puchero que parecía estar lleno de sopa. [...] Los únicos seres que en aquella cocina que no estornudaban eran la cocinera y un rollizo gatazo que yacía cerca del fuego, con una sonrisa de oreja a oreja.

¿Por favor, podría usted decirme —preguntó Alicia con timidez, pues no estaba demasiado segura de que fuera correcto por su parte empezar ella la conversación— por qué sonríe su gato de esa manera?
—Es un gato de Cheshire —dijo la Duquesa—, por eso sonríe [...]
—No sabía que los gatos de Cheshire estuvieran siempre sonriendo. En realidad, ni siquiera sabía que los gatos pudieran sonreír.
—Todos pueden —dijo la Duquesa—, y muchos lo hacen.
—No sabía de ninguno que lo hiciera —dijo Alicia muy amablemente, contenta de haber iniciado una conversación.
—No sabes casi nada de nada —dijo la Duquesa—. Eso es lo que ocurre.

[...]

Alicia tuvo un ligero sobresalto al ver que el Gato de Cheshire estaba sentado en la rama de un árbol muy próximo a ella. El Gato, cuando vio a Alicia, se limitó a sonreír. Parecía tener buen carácter, pero también tenía unas uñas muy largas Y muchísimos dientes, de modo que sería mejor tratarlo con respeto.

Minino de Cheshire —empezó Alicia tímidamente, pues no estaba del todo segura de si le gustaría este tratamiento: pero el Gato no hizo más que ensanchar su sonrisa, por lo que Alicia decidió que sí le gustaba—. Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
—Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar —dijo el Gato.
—No me importa mucho el sitio… —dijo Alicia.
—Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes —dijo el Gato.
—… siempre que llegue a alguna parte —añadió Alicia como explicación.
—¡Oh, siempre llegarás a alguna parte —aseguró el Gato—, si caminas lo suficiente!
A Alicia le pareció que esto no tenía vuelta de hoja, y decidió hacer otra pregunta: —¿Qué clase de gente vive por aquí?
—En esta dirección —dijo el Gato, haciendo un gesto con la pata derecha— vive un Sombrerero. Y en esta dirección —e hizo un gesto con la otra pata— vive una Liebre de Marzo. Visita al que quieras: los dos están locos.
—Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca —protestó Alicia.
—Oh, eso no lo puedes evitar —repuso el Gato—. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
—¿Cómo sabes que yo estoy loca? —preguntó Alicia.
Tienes que estarlo afirmó el Gato—, o no habrías venido aquí.
Alicia pensó que esto no demostraba nada. Sin embargo, continuó con sus preguntas: —¿Y cómo sabes que tú estás loco?
—Para empezar —repuso el Gato—, los perros no están locos. ¿De acuerdo?
—Supongo que sí —concedió Alicia.
Muy bien. Pues en tal caso —siguió su razonamiento el Gato—, ya sabes que los perros gruñen cuando están enfadados, y mueven la cola cuando están contentos. Pues bien, yo gruño cuando estoy contento, y muevo la cola cuando estoy enfadado. Por lo tanto, estoy loco.
A eso yo le llamo ronronear, no gruñir —dijo Alicia.
Llámalo como quieras —dijo el Gato—. ¿Vas a jugar hoy al croquet con la Reina?
—Me gustaría mucho —dijo Alicia—, pero por ahora no me han invitado.
—Allí nos volveremos a ver —aseguró el Gato, y se desvaneció.

A Alicia esto no la sorprendió demasiado, tan acostumbrada estaba ya a que sucedieran cosas raras. Estaba todavía mirando hacia el lugar donde el Gato había estado, cuando éste reapareció de golpe.

A propósito, ¿qué ha pasado con el bebé? —preguntó—. Me olvidaba de preguntarlo.
Se convirtió en un cerdito —contestó Alicia sin inmutarse, como si el Gato hubiera vuelto de la forma más natural del mundo.
Ya sabía que acabaría así —dijo el Gato, y desapareció de nuevo.

Alicia esperó un ratito, con la idea de que quizás aparecería una vez más, pero no fue así, y, pasados uno o dos minutos, la niña se puso en marcha hacia la dirección en que le había dicho que vivía la Liebre de Marzo.

Sombrereros ya he visto algunos —se dijo para sí—. La Liebre de Marzo será mucho más interesante. Y además, como estamos en mayo, quizá ya no esté loca… o al menos quizá no esté tan loca como en marzo.
Mientras decía estas palabras, miró hacia arriba, y allí estaba el Gato una vez más, sentado en la rama de un árbol.
¿Dijiste cerdito o cardito? —preguntó el Gato.
Dije cerdito—contestó Alicia—. ¡Y a ver si dejas de andar apareciendo y desapareciendo tan de golpe! ¡Me da mareo!
De acuerdo —dijo el Gato.
Y esta vez desapareció despacito, con mucha suavidad, empezando por la punta de la cola y terminando por la sonrisa, que permaneció un rato allí, cuando el resto del Gato ya había desaparecido.
¡Vaya! —se dijo Alicia—. He visto muchísimas veces un gato sin sonrisa, ¡pero una sonrisa sin gato! ¡Es la cosa más rara que he visto en toda mi vida!
[...]

Alicia empezó a sentirse incómoda: a decir verdad ella no había tenido todavía ninguna disputa con la Reina, pero sabía que podía suceder en cualquier instante. “Y entonces”, pensaba, “¿qué será de mí? Aquí todo lo arreglan cortando cabezas. Lo extraño es que quede todavía alguien con vida! “Estaba buscando pues alguna forma de escapar, Y preguntándose si podría irse de allí sin que la vieran, cuando advirtió una extraña aparición en el aire. Al principio quedó muy desconcertada, pero, después de observarla unos minutos, descubrió que se trataba de una sonrisa, y se dijo:

Es el Gato de Cheshire. Ahora tendré alguien con quien poder hablar.

¿Qué tal estás? —le dijo el Gato, en cuanto tuvo hocico suficiente para poder hablar.

Alicia esperó hasta que aparecieron los ojos, y entonces le saludó con un gesto. “De nada servirá que le hable”, pensó, “hasta que tenga orejas, o al menos una de ellas”. Un minuto después había aparecido toda la cabeza, Y entonces Alicia dejó en el suelo su flamenco y empezó a contar lo que, ocurría en el juego, muy contenta de tener a alguien que la escuchara. El Gato creía sin duda que su parte visible era ya suficiente, y no apareció nada más.

Me parece que no juegan ni un poco limpio—empezó Alicia en tono quejumbroso—, y se pelean de un modo tan terrible que no hay quien se entienda, y no parece que haya reglas ningunas… Y, si las hay, nadie hace caso de ellas… Y no puedes imaginar qué lío es el que las cosas estén vivas. Por ejemplo, allí va el aro que me tocaba jugar ahora, ¡justo al otro lado del campo! ¡Y le hubiera dado ahora mismo al erizo de la Reina, pero se largó cuando vio que se acercaba el mío!
¿Qué te parece la Reina? —dijo el Gato en voz baja.
No me gusta nada —dijo Alicia . Es tan exagerada… —En este momento, Alicia advirtió que la Reina estaba justo detrás de ella, escuchando lo que decía, de modo que siguió—: …tan exageradamente dada a ganar, que no merece la pena terminar la partida.
La Reina sonrió y reanudó su camino.
¿Con quién estás hablando?—preguntó el Rey, acercándose a Alicia y mirando la cabeza del Gato con gran curiosidad.
Es un amigo mío… un Gato de Cheshire —dijo Alicia—. Permita que se lo presente.
No me gusta ni pizca su aspecto—aseguró el Rey—. Sin embargo, puede besar mi mano si así lo desea.
Prefiero no hacerlo—confesó el Gato.
No seas impertinente—dijo el Rey—, ¡Y no me mires de esta manera!
Y se refugió detrás de Alicia mientras hablaba.
Un gato puede mirar cara a cara a un rey —sentenció Alicia—. Lo he leído en un libro, pero no recuerdo cuál.
Bueno, pues hay que eliminarlo—dijo el Rey con decisión, y llamó a la Reina, que precisamente pasaba por allí—. ¡Querida! ¡Me gustaría que eliminaras a este gato!
Para la Reina sólo existía un modo de resolver los problemas, fueran grandes o pequeños.
¡Que le corten la cabeza!—ordenó, sin molestarse siquiera en echarles una ojeada.
Yo mismo iré a buscar al verdugo—dijo el Rey apresuradamente.

Y se alejó corriendo de allí.

Alicia pensó que sería mejor que ella volviese al juego y averiguase cómo iba la partida, pues oyó a lo lejos la voz de la Reina, que aullaba de furor.

[...]

Cuando volvió junto al Gato de Cheshire, quedó sorprendida al ver que un gran grupo de gente se había congregado a su alrededor. El verdugo, el Rey y la Reina discutían acaloradamente, hablando los tres a la vez, mientras los demás guardaban silencio y parecían sentirse muy incómodos.

En cuanto Alicia entró en escena, los tres se dirigieron a ella para que decidiera la cuestión, y le dieron sus argumentos. Pero, como hablaban todos a la vez, se le hizo muy difícil entender exactamente lo que le decían.

La teoría del verdugo era que resultaba imposible cortar una cabeza si no había cuerpo del que cortarla; decía que nunca había tenido que hacer una cosa parecida en el pasado y que no iba a empezar a hacerla a estas alturas de su vida.

La teoría del Rey era que todo lo que tenía una cabeza podía ser decapitado, y que se dejara de decir tonterías.

La teoría de la Reina era que si no solucionaban el problema inmediatamente, haría cortar la cabeza a cuantos la rodeaban. (Era esta última amenaza la que hacía que todos tuvieran un aspecto grave y asustado). A Alicia sólo se le ocurrió decir:

—El Gato es de la Duquesa. Lo mejor será preguntarle a ella lo que debe hacerse con él.
—La Duquesa está en la cárcel —dijo la Reina al verdugo—. Ve a buscarla.

Y el verdugo partió como una flecha.

La cabeza del Gato empezó a desvanecerse a partir del momento en que el verdugo se fue, y, cuando éste volvió con la Duquesa, había desaparecido totalmente. Así pues, el Rey y el verdugo empezaron a corretear de un lado a otro en busca del Gato, mientras el resto del grupo volvía a la partida de croquet.


Texto Original Alicia en el país de las maravillas (1865) de Lewis Carroll (1832-1898).

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