"Como todos sabemos, los felinos son animales muy curiosos".
Curiosity killed the cat (La curiosidad mató al gato).
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La primera referencia impresa sobre el origen de este proverbio se atribuye al dramaturgo británico Ben Jonson en el año 1598.
¿Siete vidas las de los gatos? No siempre. Singularmente son frecuentes los accidentes de los felinos al caer de ciertas alturas, episodios que a veces tienen consecuencias trágicas y que, vulgarmente, se ignoran a partir del incierto interrogante que precede a este texto. O sea, no le sobran las vidas a los gatos y en esta nota ofrecemos una didáctica explicación de un destacado especialista en medicina felina, el Dr. Rubén Gatti que gentilmente asesora y colabora con El Arca.
El término gato paracaidista o gato volador, de las dos maneras se utiliza referido a los gatos que han sufrido una caída por encima de los 7 metros o 2 pisos de altura.
Los gatos se caracterizan por sus grandes saltos, y la gran flexibilidad en sus patas. Sin embargo, también se diferencian de otras mascotas por las caídas que éstos pueden sufrir.
Ya sea desde la ventana, el segundo piso o del árbol, los felinos son muy ágiles a la hora de saltar; no obstante, por una distracción, un error de cálculo o demasiada confianza, la hazaña puede convertirse en algo lamentable.
Normalmente tienen bien desarrollado su sentido del equilibrio pero cualquier estímulo externo, como un simple pájaro puede provocar una caída que debemos evitar en la medida de lo posible, impidiendo que nuestro gato acceda a esa ventana o protegiendo ésta con algún método que evite su caída.
Las consecuencias de estas caídas son imprevisibles y variables, de todas formas según estudios realizados, son menores las consecuencias cuando la caída se produce entre el 3º y el 10º piso ya que el mecanismo de defensa y equilibrio de los gatos, les permite conseguir una posición menos traumática en el momento del impacto, si tiene tiempo para ello, el gato se prepara para el golpe y palia así el golpe.
Los gatos suelen ser equilibristas muy ágiles a los que les gusta subirse a lo alto de un balcón o tejado y desde ahí saltar. Este no es el motivo esencial del síndrome, pues los gatos habitualmente tienen controlado el cómo apoyarse en el lugar donde van a caer. El problema es cuando hay algo que les distrae, como un pájaro o un ruido exterior. Esto es lo que provoca que su salto sea errado, pierda el control y caigan mal.
Este sindrome que vemos muy comúnmente en la clínica diaria nos hace reflexionar y nos ayuda a prevenir, junto con los dueños de las mascotas, sus posibles caídas desde ventanas, balcones y demás sitios de altura.
Cabe aclarar que si bien los felinos tienen la particularidad de acomodar su cuerpo, en la caída (según se observa en la foto) no siempre “caen parados” como muchos piensan, y no están exentos de sufrir lesiones.
Generalmente, las más importantes y graves se ven en caídas de poca altura porque no llegan a acomodar su cuerpo como lo hacen al caer desde alturas mayores.
Lo que se observa habitualmente son fracturas de las patas, manos, cara, cráneo, golpes en el tórax (contusión pulmonar), hemorragias y hasta la habitual fractura de paladar, cuando caen golpeando su cara contra el suelo; hay varias lesiones más, incluso la muerte.
Muchas veces debemos hospitalizarlos y tratar la emergencia teniendo en cuenta el riesgo del paciente. Es por ello que resulta importante observar cuán curiosos son nuestros gatos, y prevenir dichas caídas con métodos realmente fáciles de utilizar en cualquier casa o departamento.
Se recomienda el cierre de ventanas y balcones con los cerramientos tradicionales o el entretejido de soga o plástico que hoy conseguimos en cualquier ferretería.
El Gato Volador o Síndrome del Gato Paracaidista es un conjunto de signos clínicos, que aparecen en el gato a causa de una caída de alturas mayores a 7 u 8 metros. Lo que significa generalmente desde un segundo piso o más arriba, de un edificio de departamentos o apartamentos.
Este es un síndrome moderno ya que se comenzó a ver en los últimos 30 años, con la nueva localización de los gatos en las viviendas de departamentos. Esta es una de las muy pocas consecuencias negativas de este nuevo hábitat para el gato.
Todavía no está resuelto el tema de la causa de la caída del gato desde un balcón, terraza o ventana interna de un departamento, pero lo que si es seguro es que es un accidente. Aunque algunas personas dicen que es un suicidio, pero creo que esto solo es un comentario folclórico sin ningún asidero científico. El hecho es que se caen y no ocurre lo mismo con los perros o por lo menos es muchísimo más raro que un perro se caiga de un balcón. Y aquí tenemos una primera gran diferencia, los gatos no son perros chicos que se suben a los árboles, o sea los perros no se suben a los árboles ni a ninguna otra cosa, (salvo los sillones y la cama) mientras que los gatos se suben a todos lados, y esto está regido principalmente por dos aptitudes especiales y propias del gato, su gran plasticidad, elasticidad, equilibrio y estado atlético, que le permite subir de un salto a superficies que están a tres o cuatro veces su altura, (piensen lo que sería que un hombre podría saltar a una altura de 4 o 5 metros y caer parados en esa superficie), y la otra aptitud sería su innata curiosidad, que más de una vez le trae serios problemas. A los gatos les gusta ver el mundo que los rodea y sobre todo, les gusta verlo desde las alturas, quizás sea una reminiscencia de su estado salvaje donde estar alto lo ayudaba a sobrevivir, o quizás sea solo que desde la altura se ve mejor y se abarca más superficie.
La cuestión es que el gato se sube a las barandas de los balcones, a los bordes de las ventanas, camina por las cornisas o paredes de las terrazas, etc. O sea que siempre en estos casos está en zona de riesgo, está en el filo del peligro. Por otro lado las estadísticas dicen algunos datos interesantes:
1- Los gatos que se caen son en su mayoría jóvenes, con un promedio de 2,7 años, y en especial en la franja que va de los 6 a los 12 meses. O sea que puede haber un factor de inexperiencia.
2- Se afectan en mayor medida los gatos enteros y dentro de estos los machos.
De estos datos podemos sacar alguna conclusión, como que los gatos jóvenes más arriesgados y en etapas del despertar sexual, tendrían más posibilidades de sufrir las caídas.
Otra posible causa que siempre me ha dado vueltas en mis pensamientos es que los gatos no deben registrar la verdadera altura en que se encuentran cuando están en un departamento alto, ya que esas alturas no son naturales para ellos, o sea que el gato no tiene conciencia de la altura a que se encuentra, y quizás no pueda darse cuenta con solo mirar para abajo, por lo tanto puede tener el impulso de saltar en busca de una presa o de un compañero sexual y creer que llegará al piso sin problemas.
Otras veces caen por un simple accidente, recuerdo que mi gata cayó de un 5º piso al techo de aluminio de un patio de la planta baja (por eso casi no se lastimó, aunque tuve que pagar el arreglo del techo) mientras caminaba por el borde de la pared de la terraza y era un día de mucho viento, así que pudo haber sido la causa.
En definitiva no sabemos las causas de las caídas de los gatos, es posible que sean multifactoriales o sea por distintos motivos, pero siempre a consecuencia de que el gato anda en las alturas. Obviamente nadie se puede caer si está en el piso.
¿Cómo cae el gato?
Otro aspecto curioso de este problema es la forma en que cae el gato y que en general le salva la vida. Es otra de las cosas que abona la idea de las siete vidas del gato, ya que los humanos no podemos aceptar que un gato que cae de un 4º o 5º piso pueda salir prácticamente ileso o solo con un rasguño. Este misterio de cómo hace el gato para caer siempre parado, ha sido estudiado por varios científicos desde fines del 1800. Según la crónica un médico francés llamado Jules Marey, hizo las pruebas necesarias y las filmaciones para poder determinar que hace el gato en la caída. Obviamente el gato tiene un sistema de equilibrio (vestibular) que le dice como debe poner su cuerpo para la caída. Viendo las filmaciones se observa que el gato toma la posición de parado, extiende los cuatro miembros hacia el piso y encorva la espalda, o sea que de costado queda como una U invertida, de esa forma trata de prepararse par el aterrizaje.
Síndrome clínico
La caída ocasiona un traumatismo que varía en intensidad de acuerdo a muchos factores, por ejemplo, si es de un piso bajo como un 1º o 2º piso puede ser que el gato no tenga tiempo de acomodarse y sufrir un traumatismo complicado porque no pudo amortiguar, luego del 2º al 7º piso las lesiones van en aumento por la aceleración de la caída y luego del 7º piso el gato adopta una posición más horizontal con lo cual hace efecto de paracaídas y al caer distribuye el golpe en todo el cuerpo lo que disminuye la gravedad del trauma presentando menos fracturas y más contusiones en tórax y abdomen.
Otro problema es si al momento de la caída el gato tenía la vejiga llena, ya que podría estallar y eso provocaría una complicación que implicaría una cirugía urgente para reparar la rotura.
Un elemento para tener en cuenta con respecto a la gravedad del traumatismo es que hay situaciones atenuantes de la caída si la superficie amortigua el golpe por ejemplo que caiga sobre un toldo de lona, un techo de aluminio, sobre un árbol o zona con plantas, etc. En estas circunstancias es probable que el gato salga solo con alguna herida leve. Recuerdo a una gata que cayó de un piso 10º, pero tuvo la suerte que abajo en la vereda había un negocio con un toldo de lona, que si bien fue roto por la caída, la gata resultó ilesa, (el propietario también tuvo que pagar el toldo).
Signos clínicos
Los gatos que han sufrido una caída pueden presentar una gran variedad de signos clínicos dependiendo de la zona más gravemente traumatizada.
En general encontraremos al gato inmóvil o tratando de esconderse y aislarse, actitud natural en la especie luego de un traumatismo.
Podremos encontrar signos de dificultad respiratoria o disnea si hay traumatismo torácico o se ha juntado líquido o aire en el espacio pleural.
Puede estar en shock o tener dificultad para moverse debido a fracturas en los miembros. También podemos observar sangrado por la boca, o nariz si hay lesiones en la cabeza.
Estos gatos ni bien son encontrados luego de la caída deben se llevados a una clínica de urgencia donde puedan evaluar la gravedad de la situación y comenzar con los tratamientos indicados. Inclusive si aparentemente no hay lesiones externas ya que puede haber traumatismos internos.
Las lesiones que se presentan en los gatos después de las caídas incluyen traumatismos torácicos, faciales, orales y abdominales, así como fracturas y luxaciones en miembros y/o columna vertebral, además, en algunas ocasiones los gatos entran en estado de choque.
Traumatismo torácico
Son las lesiones más comunes (representan un 90%) y una de las principales causas de muerte en gatos. Consisten en daños provocados a los pulmones por el golpe, pero sin existir heridas externas por lo que la mejor manera de valorarlas es a través de una radiografía. También se presenta neumotórax, es decir, aire que sale de los pulmones y se queda en el espacio que existe entre ellos y las costillas. Este tipo de lesiones provoca una marcada dificultad para respirar, porque al estar dañados los pulmones no realizan su función normal originando así estrés y ansiedad, lo cual, a su vez, produce una mayor dificultad para respirar.
Como parte del tratamiento se deberá garantizar una buena oxigenación y, por supuesto, extraer el aire atrapado en la cavidad torácica por medio de una toracocentesis, pero el Médico Veterinario siempre tendrá cuidado, en primera instancia de verificar si el paciente presenta estado de choque para actuar en consecuencia.
Traumatismo facial y oral
Estas representan el 50% de las lesiones y consisten en heridas en cara y paladar blando, fracturas en dientes, paladar duro y mandíbula.
Las fracturas en el paladar se deben cuidar dando dieta blanda, por lo menos durante un mes, para favorecer su recuperación, ya que el alimento seco forzaría una mayor presión por la masticación, la cual es inconveniente. Este tipo de fracturas pueden originar fístulas oronasales, que deben corregirse con cirugía.
Para las fracturas mandibulares, el tratamiento dependerá del tipo y localización para dictaminar un pronóstico favorable o no. En lo correspondiente a las fracturas dentales lo primero que deberá llevarse a cabo es evaluar la utilidad y daño del diente fracturado, si sólo está dañada la corona es factible realizar una endodoncia o extracción de la pieza, pero si la fractura se presenta por debajo de la encía, es decir, en la raíz, no queda más alternativa que retirar la pieza, ya que estos dientes por lo general no sanan, dando como resultado dolor y pérdida del diente.
Fracturas y luxaciones en miembros
Las fracturas de los miembros se presentan en un 39% y las luxaciones en un 18%. Aunque los miembros afectados con mayor frecuencia son los anteriores o torácicos (92%) la similitud de las lesiones en miembros posteriores o pélvicos es grande. La mayoría de las fracturas en miembros anteriores involucra a los huesos que forman el antebrazo los cuales son el radio y ulna, en miembros posteriores los hueso que más se afectan son la tibia y el fémur.
Los gatos jóvenes menores de un año presentan mayor predisposición a las fracturas que los gatos adultos, ya que sus huesos aún o tienen la madurez ósea suficiente, es decir, que aún no tienen los huesos tan duros como los adultos.
En casos más graves las fracturas pueden ser expuestas, esto es cuando el hueso sale atravesando la piel, provocando lesiones de consideración en el tejido blando adyacente (músculo, piel, vasos, nervios). Este tipo de fracturas debe de tratarlas inmediatamente el Médico Veterinario para evitar la contaminación de la herida y sus potenciales y catastróficas complicaciones. Se debe evitar al máximo el movimiento colocando una férula o entablillado para no dañar accidentalmente a los tejidos involucrados. La resolución definitiva suele ser quirúrgica.
Las luxaciones, al igual que las fracturas, se presentan más en los miembros anteriores que en los posteriores. Una luxación es cuando los hueso que conforman una articulación se desplazan, saliéndose de su lugar. Las más frecuentes son a nivel de los huesos que forman la muñeca (carpos), así como en los huesos llamados tarsos, los cuales forman la parte posterior del pie. En ocasiones pueden ser tratadas regresando los huesos en su lugar y manteniéndolos fijos mediante vendaje o férula, sin embargo, en otras es necesario estabilizarlas mediante procedimientos quirúrgicos.
Las lesiones de columna vertebral son muy raras y cuando ocurren generalmente se presentan en vértebras torácicas y lumbares, provocando inmovilidad de miembros anteriores o posteriores, o de ambos. Es fundamental la valoración neurológica y radiográfica para sugerir un pronóstico.
Traumatismo Terminal
Se presentan en un 7% de los gatos y las lesiones más frecuentes son el hemoperitoneo o presencia de sangre en la cavidad abdominal; hernia diafragmática la cual es una ruptura del músculo diafragmático lo cual permite que algunos órganos abdominales, como pueden ser los intestinos, ingresan a la cavidad torácica; también se presentan problemas en las vías urinarias como ruptura de vejiga. De estas lesiones, las que requieren tratamiento quirúrgico son la hernia diafragmática y la ruptura de vejiga, pero antes de esto el Médico Veterinario habrá estabilizado la condición del gato lesionado.
Estado de Choque
Es cuando existe una disfunción del sistema circulatorio lo suficientemente intensa para comprometer la irrigación de los tejidos. Esto se traduce en una falta de oxigenación a nivel celular, ya que es el glóbulo rojo quien se encarga de transportar el oxígeno y entregarlo a las células. Sabemos que el oxígeno es fundamental para el metabolismo celular, por lo que si la anoxia es sostenida conducirá a muerte celular, la cual, si alcanza una masa crítica lesionaran al tejido que conforma y finalmente afectar la función del órgano. Esto es particularmente cierto para órganos vitales como cerebro, riñón, hígado, corazón. Algunos pasos que el Médico Veterinario seguirá ante un gato en estado de choque será básicamente en la administración de líquidos, esteroides y antibióticos, con la finalidad de facilitar al organismo recuperarse de esta alteración.
¿Por qué los gatos pueden soportar caídas de varios metros de altura? ¿Por qué algunos gatos que caen de media altura presentan más lesiones que los que caen de alturas mayores?
Son muchos los factores que influyen en el tipo y severidad de las lesiones, los más importantes son la altura desde donde cayó, así como la superficie donde se impactó; otros.
Factores son la posición en la que caen, la resistencia al aire y los obstáculos encontrados durante la caída.
Se ha demostrado que los gatos que caen de una distancia mayor a dos pisos y menor a siete, son los que presentan el más alto porcentaje de lesiones, esto se debe a que no han alcanzado su velocidad terminal de caída, la cual es determinada por la masa y arrastre corporal, originando una continua estimulación del aparato vestibular, que por cierto es el que da el equilibrio del cuerpo, provocando así que mantenga los miembros extendido y rígidos, favoreciendo aún más la aceleración, por lo que habrá una mayor predisposición a las lesiones, debido al poco tiempo de preparación para el aterrizaje.
Cuando los gatos caen de una altura mayor a siete pisos, la velocidad de caída terminal (60 millas por hora) se alcanza y el aparato vestibular es menos estimulado, permitiendo al gato relajar en extender los miembros en forma horizontal. Al tomar esta posición disminuyen las probabilidades de rotación o giros. Al alcanzar la velocidad terminal, el gato distribuye la fuerza del impacto a través de su cuerpo como si estuviera simulando un paracaídas, disminuyendo de esta forma el riesgo de lesión.
La superficie en donde caerá el gato es otro factor importante a considerar, ya que influye en el grado de lesión. Si la superficie es como la del pasto (o algo parecido) el impacto es menor y disminuye la severidad de las lesiones; por el contrario, cuando caen en una superficie de concreto o asfalto, se eleva el riesgo de lesionarse más severamente.
Prevención
Como no podemos cambiar la genética del comportamiento del gato las posibilidades de prevención son:
1- evitar el acceso a los balcones, ventanas, terrazas, etc.
2- disponer de elementos de contención para evitar la caída, como redes o enrejados que actúan como protección de balcones o de ventanas que dan al exterior, y en las terrazas hay que poner protección o elementos que eviten la llegada y /o circulación por el borde de la pared.
3- la castración puede disminuir la tendencia a subir a los bordes y a caer de los balcones, pero no se debe utilizar como único medio para evitar las caídas.
Como ya se mencionó con anterioridad, el síndrome del gato volador es muy común en gatos que viven en la ciudad, pero afortunadamente el porcentaje de supervivencia de ellos es muy alto, siempre y cuando se dé el tratamiento adecuado y a tiempo. Es por eso que siempre debes recordar que si tu gato sufre este síndrome, tendrás que llevarlo inmediatamente con el Médico Veterinario, pero como siempre lo mejor es la prevención, toma las debidas precauciones para evitar que esto suceda.